lunes, 20 de marzo de 2017

Conceptos de la teórica ética y la moral

Las dos culturas: científicos responsables, intelectuales luditas


En la primera parte de la lectura Snow hace referencia a la cultura encaminada por el conocimiento y las clasifica entre los que quieren saber  (científicos) y los que no quieren saber (intelectuales).  Sin embargo no comparto la crítica que hace de los intelectuales al decir que son pesimistas ante la revolución industrial.  Quizás para esa época era cierto pero viviéndolo en nuestro presente, las máquinas si están reemplazando la mano de obra de miles de personas que necesitan de su trabajo para sobrevivir. Tal como lo informó el diario el mundo en uno de sus titulares “Una fábrica china sustituye a 600 empleados por 60 robots”, (El mundo España, 2015).   Este es una pequeña muestra de cómo lo que para Snow en su momento era una ayuda para los más necesitados, paso a ser una gran preocupación para los más necesitados.
La tercera clasificación  expuesta por Kagan son las Humanidades en el siglo XXI, en dónde aclara las diferencias entre estas tres culturas y deja en evidencia el mal momento por el que están pasando las Humanidades.  Es indiscutible que en  1.959 cuando Snow presento su conferencia sobre las culturas, el área de las humanidades merecían el respeto de la sociedad en general por sus aportes a la educación, política y cultura en general.  Sin embargo,  con el paso del tiempo la filosofía, ética, la psicología, historia, el arte entre otros ha dejado de ser evidentemente una prioridad en nuestra sociedad para darle paso a otras ciencias y las consecuencias no han dado espera. 
La falta de valores, cultura, de apreciación, está formando a los estudiantes y a los ciudadanos de hoy en todo el mundo y esto deteriora el nivel de vida de los grupos sociales.  Las humanidades son importantes en todos los ámbitos;  políticos, industriales, económicos, educacionales, y su ausencia se ve reflejada en la corrupción y la falta de conciencia para obrar correctamente. Por esto es necesario darles es lugar que se merecen, no como parte de otras ciencias por el contrario deberían ser con base en las humanidades que se deberían formar todas las ciencias y así intentar encaminar y reestructurar la identidad la población global. 



¿Para qué sirve realmente la ética?

Al hacer un análisis consiente de nuestra sociedad, es evidente que la ética dejo se de una acto de cultura, de formalidad, de educación, de balance entre el bien y el mal, era una formadora de la conducta humana. Y ahora es posible decir que la ética tiene un precio y es negociable.  La corrupción y la doble moral con que las personas actúan son una constante, está presente en todos los niveles sociales y no discrimina entre estratos o títulos académicos.
Tenemos la libertad de formar nuestro carácter y resulta confuso entender por qué el hombre tiende a errar en esta toma de decisiones, por qué preferimos el camino del dinero fácil, o de obtener lo que se quiere sin mayor esfuerzo, ¿en qué estamos fallando?  Ya se ven las consecuencias por la carencia de ética y si no se corrigen y se orientan el futuro no tendrá un mejor panorama y sin duda la forma correcta de hacerlo es a través de la educación.
 El egoísmo, la indiferencia, la libertad sin límites que se profesan en las diferentes culturas, deterioran la vida  de todos, corrompen sus pensamientos y afectan negativamente a los que están alrededor. Ver el maltrato a una mujer, el abandono de un niño, dejo de ser una problemática social para convertirse en una costumbre o en un día más de nuestras vidas. Los corazones y las mentes se están volviendo egoístas.
La moralidad se pone aprueba todos los días y aun se toman buenas decisiones.  El taxista que regresa la billetera, la maestra que enseña a su estudiante a perdonar, el hijo que piensa en sus padres antes de actuar. Sin embargo, el ejemplo que nos dan los que gobiernan y a los que elegimos nosotros, no es el mejor y ellos si tienen el poder de cambiar pensamientos, por eso el mayor cambio debe reflejarse en los que ocupan un lugar en la política para devolverle esperanza al pueblo y demostrarle que si se puede actuar de forma correcta, honorable, honrada y con justicia.

Ética, economía, y democracia

Es importante reconocer que todas las profesiones deben tener un nivel ético muy alto, encaminadas a diferentes ramas de su labor pero siempre nuestras decisiones deben está basadas en la moral y los valores. En este específico caso se reflexionara sobre la justicia en la economía.
Cuando lo material tiene mayor valor que el mismo ser humano y su integridad, podemos decir que hemos tocado fondo.  Todos los días la mayoría de las personas se dirigen a sus trabajos con el fin de obtener un sueldo que supla sus necesidades pero cuando este dinero no es equivalente con el tiempo invertido, el esfuerzo mental y físico y peor aún que no es suficiente para la canasta familiar y las necesidades básicas, los diferentes productos que están en el comercio empiezan adquirir un nuevo valor que se puede ver desde diferentes puntos de vista como por ejemplo el tan apreciado liquido (agua) no puede faltar en el hogar por tal razón las familias se ven obligadas a reprimirse de carne en la cena (que también es muy importante en la formación de los niños) para poder el recibo del agua.
Así entonces se puede decir que no hay justicia en el pago que los empleadores ofrecen a sus empleados.  El pago de un salario no es proporcional a la necesidad del empleado y mientras  a quienes necesitan mucho se les da poco a quienes lo tienen todo les dan más.
Resulta sorprendente creer que un producto que genere “felicidad” al consumidor deba tener un valor agregado, esto carece de ética y es clara la injusticia con quien compra el producto, muchas veces no por placer  sino por necesidad.  Es un negocio en dónde sin importar el sufrimiento del consumidor, la prioridad es la ganancia que esté produzca, de este modo nuevamente se demuestra que lo material tiene mayor valor que el propio ser humano. 
Se debe potencializar la ética en la economía para intentar favorecer a las personas que no cuentan con los recursos para satisfacer sus necesidades básicas.  Como consumidora que a través de su trabajo debe adquirir los productos para su diario vivir y que los puede costear, considero que las empresas y comercios de grandes marcas deberían por ética, moral y por demostrar su compromiso con la sociedad en general, donar los productos que van a perecer o que no fueron consumidos por los clientes habituales a sus empleados o a los sectores menos favorecidos,  en vez de arrojarlos a la basura. ¿En qué mente cabe preferir desperdiciar que a ayudar?
Como siempre el pueblo trabajador es quien debe lidiar con las consecuencias de la falta de ética que reina en la economía de todos los países, mientras no se implante un poco de conciencia social y ética en la mente de los comerciantes, importadores, negociadores, etc., las sociedad se estancara porque un pueblo con hambre no progresa.



Y la ética…

Aun cuando este escrito hace referencia a nuestro país vecino Ecuador, no resulta difícil notar las semejanzas que tienen con Colombia en cuanto a la crisis ético-moral que estamos viviendo. El hacer siempre lo opuesto a lo que nos indican; era en la juventud una muestra de rebeldía, pero que al pasar del tiempo y con la madurez que dan los años lo continuemos haciendo sin importar el daño que se le hace al otro y a la sociedad en general, resulta indignante. Esto desde la mirada ética, cuando nuestros políticos roban, mienten y engañan ¿qué se puede esperar del resto de la sociedad?
Encontrar un equilibrio entre la ética y la política seria lo ideal, el verdadero reto es cómo hacerlo, acaso quienes fueron elegidos por el pueblo no son lo suficientemente inteligentes para actuar y tomar decisiones inteligentes o no es mejor el bien común que el beneficio individual…
Si empezamos por cambiar nuestras propio pensamiento, si damos el ejemplo, si inculcamos en nuestros infantes valores, lealtad, si les enseñamos claramente la diferencia entre el bien y el mal, podríamos imaginar que en un futuro lejano, la sociedad pueda estar al mando de políticos justos y correctos.


Ética urbana

La construcción de un êthos  ciudadano

Para hacer un cambio ético favorable en nuestra sociedad es importante que el espacio que habitamos y en el cual día a día nos movilizamos, sea un espacio que nos recuerde nuestro deber como ciudadanos, que nos inyecte una dosis diaria de moral, buenas costumbres,  en pocas palabras de Ética.
Cada ciudad enfrenta sus propios conflictos pero hay algunos que son evidentes en todas la urbes, como el deterioro y abandono de centros históricos, como ejemplo tenemos en Bogotá el centro de la capital, que se ha vuelto arquitectónicamente poco agradable a la vista, una zona inseguridad y una parte de la ciudad escondida para el turista.  Zonas así no deberían ser relegadas por el contrario, se debería rescatar su valor cultural, su arquitectura, apoyar al habitante de calle y promover la seguridad. La solución no está en esconder el problema si no en realmente acabarlo de raíz.
La inclusión, justicia y equidad deberían ser  latentes en la sociedad, todos deberíamos hacer parte de un cambio y no simple espectadores, nos estamos acostumbrando a vivir con temor, a ver el indigente en la esquina o a ver la corrupción en cualquier esquina en conclusión no tenemos sentido de pertenencia.
Hablamos de intolerancia como problema social, sin embargo yo cuestiono el que hacer del pueblo en diferentes casos, por ejemplo cuando se agrede o maltrata a un animal las personas que sienten empatía por estas mascotas, hacen presencia en su defensa. Sin embargo cuando se ve a un niño hambriento y descalzo en la calle la indiferencia es la única presencia en ese momento y lugar. Como ciudadanos considero que debemos tener clara las prioridades o por lo menos buscar un equilibrio entre ellas.
La esperanza aún está presente, tenemos la posibilidad de reivindicarnos es posible que educando a los ciudadanos en cultura, moral y las leyes que nos acogen podamos tener la urbe con la que soñamos.  Es los colegios debería ser obligatorio una clase por lo menos semanal sobre cultura ciudadana,  Pero también es importante que todos los que llegan de otras ciudades se apropien y sienta a esa ciudad como suya, que entienda que se les recibe con los brazos abiertos pero que es necesario por el bien común cuidar de ella.
Se necesita de mayor presencia de las autoridades porque es claro que cambiar el pensamiento de toda la población es imposible y que los grupos delincuenciales estarán presentes y querrán persistir en sus actos buscando su propio beneficio, pero también es claro que son una minoría y por lo tanto lo que no debería ser imposible es controlarlos. 
Debemos ser coherentes entre los que pensamos y lo que hacemos, no es posible que el gobierno me exija ser un ciudadano de bien, mientras que en su búsqueda de poder y riqueza los políticos infringen las leyes y en muchos casos estas leyes no aplican para ellos.
El dialogo y la comunicación deben estar presentes en todas las sociedades, y dichas sociedades deben impulsar una ética urbana real que controle los comportamientos sociales y que suscite a la buena convivencia, con espacios que promuevan la cultura y que refleje su propia identidad.

Bibliografía

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